A la redacción de este periódico, ha llegado diversas denuncias ciudadanas donde manifiestan su inconformidad, ante el tráfico de influencias que existe entre la pareja conformada desde el año 2018, por Flor Arroyo Hernández, directora del Sistema Municipal Para el Desarrollo Integral de la Familia del Municipio (SMDIF) de Hueyotlipan; y el Jefe Del Departamento Del Asistencia Alimentaria y Nutrición del Sistema Estatal Para El Desarrollo Integral de la Familia (SEDIF) Iván Hernández Méndez.

Toda vez que utilizan vehículos oficiales para uso personal, beneficio notable y favoritismo para el SMDIF de Hueyotlipan con diversos programas, con la finalidad de ayudar a que su concubina realizar un trabajo que se le dificulta mucho, ante el trato déspota que da a la población vulnerable.

Martha N. afirmó: “Flor Arroyo exige a sus subordinados la llamen “Licenciada” y ni título tiene; además de que esta usurpando funciones ya que se ostenta y firma como directora de dicho organismo y no lo es”. Y efectivamente ya que en la en la página de transparencia, organigrama y documentos oficiales aparece el nombre de la licenciada Monserrat Villarce Muñoz, y es que de acuerdo a la consulta en el Registro Nacional de Profesionistas el cual se encarga de la búsqueda de profesionistas que registran sus títulos y cuentan con cédula profesional con efectos de patente, no existe ningún registro a nombre de Flor Arroyo Hernández.

“Además de que se siente intocable por la “Amistad Intima” que presume tener con los presidentes municipales de Hueyotlipan y Españita Mauro León Garfias y Jesús González Guarneros respectivamente e incluso pregona a los cuatro vientos que el próximo año llegara a ser secretaria del ayuntamiento, gracias a la intervención y recomendación de su concubino que es funcionario estatal y super amigo de altos funcionarios”. Señalo Martha N.

Así mismo es el caso de su concubino Iván Hernández Méndez; quien actualmente ocupa el cargo de jefe de departamento en el DIF estatal, se ostenta como contador público y así aparece en el organigrama interno de dicha dependencia estatal. Pero al realizar la búsqueda en el Registro Nacional de Profesionistas no existe ningún título de contador a nombre de este funcionario, solo aparece un homónimo de nombre, pero con el grado de licenciatura en derecho y que no corresponde al empleado que en días pasados protagonizo un escándalo en el municipio de Yauhquemehcan, cuando se encontraba en completo estado etílico y manejando un vehículo oficial con los logos del SEDIF.

Es lamentable que este tipo de funcionarios se encuentren laborando en estas áreas y que solo estén sacando o provecho de las instituciones y que lucren con la sensibilidad de dichos organismos públicos, cuando deberían de tener ética, valores y un trato más humanitario y sensible por el tipo de población que trata a diario con ellos.