Escrito por Ing: Juan Carlos Sánchez García (SAGA)

Hoy quiero platicarles de algunos problemas que persisten en nuestro estado y que han sido bandera política de muchos candidatos, pero llegando al poder solo queda en una retórica de buenos deseos. Los derechos fundamentales giran en torno a los ejes de acceso a una buena alimentación, acceso a la salud de calidad, educación competente, servicio a la seguridad social y a los servicios básicos de vivienda. Sin duda faltan más y todos son de relevancia, pero para esta ocasión platicaré de ellos.

Desde hace años las cosas no van como quisiéramos y si existe alguna reducción en los índices son logros menores. Nada que celebrar. Parece una patología el desarrollo social que no tiene cura en nuestro estado; es una tarea difícil y compleja, más no imposible. Pero se necesita de una urgencia de sumarse al reto de la prosperidad.

Hago una pregunta, ¿cómo es que Tlaxcala siendo un estado espectacular en todos los aspectos y lleno de guerreras y guerreros haya caído? Les diré el por qué y algunas breves soluciones, desde mi punto de vista.

De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), cerca de 645, 800 tlaxcaltecas viven en situación de pobreza. Recordando que nuestro estado tiene un pronóstico de 1, 409, 938 habitantes para este 2020. Ahora les comento lo más preocupante, la pobreza extrema vive en alrededor de 41 mil tlaxcaltecas y, solamente, 205 mil como población no pobre y no vulnerable.

Sin duda alguna, vivir en situación de pobreza limita muchos accesos sociales y culturales, pero durante la infancia y la adolescencia limita la posibilidad de desarrollar su potencial en el futuro. En este sentido, son aproximadamente 233,100 menores de edad en esta situación, con poco apoyo educativo. Esto se debe de eliminar mediante políticas públicas universales y que se garanticen oportunidades de desarrollo, teniendo en cuenta las distintas realidades municipales. Otro caso grave se presenta en 335, 500 mujeres en pobreza y necesitan apoyo del gobierno. Esto amerita a que se debe de reconocer la violencia hacia a las mujeres como el resultado de las desigualdades de género, económicas y sociales. La importancia de diseñar un marco de programas y políticas de cero tolerancia hacia cualquier tipo de violencia de género y de fomentar relaciones igualitarias entre guerreras y guerreros tlaxcaltecas.

Sumando a lo anterior, es lamentablemente que la alimentación y una dieta de calidad sea un problema para 270, 100 tlaxcaltecas con menores recursos. Esto es prioridad. Se debe de facilitar el acceso económico para obtener alimentos nutritivos y de calidad. Sin embargo, esto es poco probable debido a que el ingreso laboral per cápita real es de $ 1, 273.21 (muy poco ingreso económico), insuficiente para adquirir una canasta mínima de bienes y servicios. Añadiendo al empleo informal, otro problema social y económico que aqueja a los tlaxcaltecas.

Es decir, el trabajo no protegido, el servicio doméstico remunerado de los hogares y los que trabajan bajo modalidades en las que se elude el registro ante la seguridad social. Esto representa ilegalidad, evasión de impuestos, trabajadores desprotegidos y baja productividad. Por tanto, Tlaxcala mantiene el primer lugar nacional en ocupación en el sector informal con un poco más de 594 mil 706 personas. De colación, 273 mil tlaxcaltecas se encuentran sin ningún tipo de prestación social.

Otros derechos fundamentales que me interesa comentarles es el derecho al acceso a la educación y a la salud digna de toda y todo tlaxcalteca. Por ejemplo, Tlaxcala ocupa el lugar 25 a nivel nacional en rezago educativo y casi el estado más pobre por cada hogar comparado con otros estados por debajo solo de Chiapas. Así, un poco más de 22, 200 mil niñas y niños afectados.

Esto se puede reducir con una oferta educativa abundante de manera obligatoria sin importar las condiciones socioeconómicas, étnicas, discapacidad, etc. En cuanto al tema de la salud, la mayoría de las y los tlaxcaltecas no cuentan con algún derecho a recibir servicios médicos en alguna institución; llámese IMSS, ISSSTE o alguna institución pública de seguridad social. Ni muchos menos servicios de salud privada.

Este mensaje es para difundir y crear una nueva manera de ver a nuestro estado. El reto es para todas y todos los tlaxcaltecas que se quieran sumar a un nuevo cambio. Sumamos o restamos. Esas cifras se pueden reducir con un gobierno renovado y donde no estén los mismos de siempre. Es posible si nos unimos al reto de un Tlaxcala prospero para todas y todos los guerreros tlaxcaltecas. Cambiemos las cifras y construyamos el Tlaxcala que merecemos.

En pocas palabras en Tlaxcala cada día estamos más pobres, enfermos y con bajo educativo, Tlaxcala necesita gobernantes que tengan miras de prosperar y no de engañar.