Escrito por Coach: Miriam Hernández Morales

El sureste de México es una zona de bellos paisajes, abundantes cultivos y  clima caluroso, pero octubre y noviembre han sido para Tabasco y el resto del sureste  días de lluvia. tormentas e incluso huracanes  como LOTA que llego de Nicaragua , y otros más, aunado a frentes fríos, que mantienen en alerta máxima a poblaciones enteras dejando enormes pérdidas  materiales, llegando al extremo de no tener  techo ni alimento, donde el sentido de supervivencia lleva a tomar decisiones arriesgadas,  un peligroso cocodrilo llega a ser la forma de alimentar a tu familia, tomando sentido la frase “ salir a cazar el mamut”  se toman riesgos bajo presión  en espera  de ayuda .

Para quienes no vivimos en esos  lugares probablemente dejamos pasar de largo las noticias, quizás buscamos apoyar donando un poco, tal vez encogiendo los hombros pensamos que no hay más que hacer. Sin embargo que aprendizaje podemos tener de aquellas personas que muestran fortaleza en estas circunstancias difíciles, porque sabemos que todo esto pasará, se recuperarán y  volverán a sus cultivos cuando la tormenta pase.

Veamos, si aplicamos esto a la vida diaria:

“Hoy es un día perfecto” seguramente has escuchado esta popular frase, tal vez  la dijiste  el día de tu graduación, de tu boda, tu cumpleaños. ¿Y lo fue? Quizá algunos días si, otros no tanto por alguna situación que no pudiste prever que modifico tus planes ¿Una noticia triste? ¿Trabajo extra? ¿Pinchadura de llanta? ¿El transporte pasó tarde o quizás no pasó? Circunstancias fuera de tu control, sin embargo no son las circunstancias si no tu actitud ante ellas las que determinan como es tu día.

Como cantaba Gualberto Castro en LA FELICIDAD:

La felicidad no es un cuerpo

La felicidad no es un lugar

La felicidad es una forma de navegar

Por esta vida que es la mar

Luego entonces, si navegamos por nuestra vida quiere decir que somos los capitanes de nuestro barco, y como todo barco que está en el mar hay días soleados y días de tormenta, lo cual implica  que ninguna de las dos opciones son permanentes y por ende son pasajeras, entonces ¿Qué hacer? ¿Cuál actitud tomar para los días soleados? Los disfrutas y los agradeces o ¿encuentras defectos? Porque hay demasiado sol, tengo flojera,  mejor lo dejo para mañana.

Y de pronto llegan días de tormenta, enfermedad, sin trabajo, sin dinero, me refiero al peor escenario para ti ¿Cómo haces frente a estas circunstancias?  Medita si las tormentas son para deprimirse o para buscar dentro de ti la fortaleza y las opciones para hacer un cambio en tu vida (salud, mejorar  hábitos alimenticios, trabajar en un lugar donde te valoren  o emprender un negocio).

Analizando mi actitud tiempo atrás  me había quedado en medio de la tormenta quejándome de la lluvia y relámpagos, léase; “el gobierno tiene la culpa por no tener buenos servicios de salud, por no crear empleos, yo se mas que mi antiguo jefe”. Pero el gobierno no me dijo que tomara excesos de azucares, comida chatarra, alcohol… tampoco la empresa o mi jefe son los responsables de que llegara tarde, faltara los días de fiesta o no cumpliera mis metas de trabajo sin poder cambiar la perspectiva y viendo el mismo panorama  una y otra vez.

Hasta que una de todas las tormentas que he tenido a lo largo de mi vida se convirtió casi en huracán me dio la oportunidad de encontrar un nuevo enfoque, hacerme RESPONSABLE de mi  barco,  elegir  dónde y con quien compartir el viaje de la vida.

 Tal vez después de leer este texto te sientas confundido y podrás pensar que sería mejor dejar el barco (tu vida) en un puerto (zona de confort) para evitar las tormentas sin embargo los barcos  están hechos para navegar y la VIDA PARA VIVIRSE, DISFRUTARLA,  AGRADECIENDO CADA CIRCUNSTANCIA PARA CRECER.

Claro esta es una opción de las muchas que podía elegir, puesto que todo en la vida es una elección, es decir nadie me obliga a hacer absolutamente algo que no quiera y si lo hace es porque esta persona ajena a nuestra vida ejerce algún tipo de autoridad ante mí y ya depende de mí que es lo que hare. Excepto en una situación de peligro.

Estudiar dando mi máximo esfuerzo, o pasar por la escuela perdiendo el tiempo,  levantarme  y disfrutar el aroma del amanecer  que por cierto  con este cambio de ritmo ( la nueva normalidad)  del trabajo y el estudio en casa,  se puede hacer ejercicio  incluso en la azotea  respirando  aire fresco y el  relajante silencio adornado  con el canto de las aves incluso en la ciudad, y llegar en un instante a tu trabajo , todo esto,  claro está,  SI ASI LO ELIJO.

También es una elección la convivencia en familia, despertarse y dar los buenos días a tu pareja, hijos, padres, al vecino como aún se acostumbra en los pueblos o al abordar el transporte saludar con una sonrisa.

Así que retomando, está mi barco  en medio de una tormenta; antes me hubiera quejado de la circunstancia, HOY me hago RESPONSABLE  de tomar el timón  y navegar a un lugar soleado, aprendiendo como librar y pasar las tormentas, como dice el dicho “AL MAL TIEMPO, BUENA CARA”

Y no tan solo buena cara, también podría agregar unos ojos brillantes  que sean el reflejo del alma amorosa que todos llevamos dentro,  una deslumbrante  sonrisa que desarme al personaje enojado que cruce por mi camino,  porque como ciertamente  alguien me dijo: SOLO EL QUE CARGA EL COSTAL SABE LO QUE LLEVA DENTRO

Así que con la gorra de capitán,  tomé  firmemente el timón de mi barco Y al grito de  “leven anclas” parto para navegar por mares lejanos, al ritmo de  la canción FELICIDAD de Víctor Iturbe El Pirulí

Felicidad, no te vuelvo a dejar

No podría vivir ya sin tú.

Hoy amanece y el sol

Tiene un raro esplendor

 Escucho al viento pasar

Veo la luna brillar

 Los espero en otro puerto para compartir experiencias.

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