Escrito por: Isael Pérez Olivier.

No, no fue un viaje a las paradisiacas playas del estado de Oaxaca y mucho menos de placer, como se suponía. Todo indica, que la ausencia de la mandataria estatal la semana antepasada, se debió a una visita que realizó a los Estados Unidos y no precisamente para promocionar a la entidad, sino que, en esta ocasión, se trató de turismo médico; y no, no fue por un chequeo de rutina, sino que recurrió a los mejores especialistas del mundo que el dinero puede pagar, para buscar una alternativa de tratamiento para su padecimiento.

“Trata de mantener la vertical, pero se le nota ajena, ensimismada y taciturna”, así describen su comportamiento desde que se enteró de su enfermedad. No es justificación -dicen mis fuentes-, “pero es de entenderse porque es una mujer fuerte que por momentos se dobla, pero no se quiebra. Recibir una noticia de esa índole, pone a prueba el temple de cualquier persona. Los médicos tratarán de encapsular el mal para que no continúe su curso y será lo que Dios diga, pero el tratamiento requiere de atención periódica por lo que se estará ausentando un poco más de la cuenta, y dejará asuntos de su despacho en manos de los secretarios”…

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