Por Ana María Montiel.

La que si está perdida en su labor o al menos no tiene la mínima noción de que significa estar a la cabeza de un municipio es Marianita Chamorro Badillo, alcaldesa de Yauhquemehcan quien, en su afán de lograr la aprobación de los morenistas, ha reclutado dentro de su gabinete a diversos sujetos que tienen una reputación que deja mucho que decir y que en lugar de sumarle la perjudican más.

Prueba de ello es el director de obras Miguel López Rosete, quien no es oriundo del municipio sino exportado de la delegación del Sabinal, perteneciente a la capital del estado, y que se rumora es dueño de Metrika Constructora la cual durante el gobierno priista del ex gobernador Mariano González Zarur ejecutó la mayor parte de obra asignada de forma directa.

El segundo a bordo es Enrique Montiel Olivares traído desde Apizaco, trabajó en la administración de la entonces alcaldesa priista Anabell Ávalos Zempoalteca, que se desempeñó en el cargo de director de desarrollo económico y que dejó mucho que decir al no lograr las metas que propuso en el plan operativo anual (POA).

Ahora su última adquisición es el ex director del Instituto Tlaxcalteca de la Juventud (ITJ) Edgar Arturo Martínez Bermúdez, quien en su momento tuvo que ser separado de su cargo porque enfrentaba diversas demandas en su contra por presuntos delitos.

Y para cerrar en su área de comunicación han hecho más cambios que ningún ex alcalde en la historia de Yauhquemehcan, desgraciadamente sus grandes asesores que cobran, pero no asesoran, no le han dicho a la señora presidenta que no son sus voceros, sino lo que comunica ella y como lo comunica y que si la cabeza no funciona entonces por ahí debe de empezar.